CAPITULO 1
¡Hola
querido lector! Mi nombre es Peter Fogg y soy el tataranieto del famoso ladrón Phileas Fogg.
Hoy os voy
a contar las alucinantes aventuras que vivió mi tatarabuelo.
La aventura
comienza en el Actur, un barrio de Zaragoza. Phileas tenía un pisito muy
pequeño y modesto porque no conseguía que le llegara el dinero a final de mes.
Phileas
Fogg muy decidido se propuso cambiar su situación y decidió que iba a atracar
un banco y así conseguir dinero suficiente como para no preocuparse el resto de
los días de su vida.
Decidió el
banco donde iba a cometer el robo, en Caixa Bank situado en la plaza España.
Para tan importante trabajo Phileas contrato a cinco hombres de su confianza.
-Vosotros
me ayudareis a obtener el dinero y luego lo repartiremos- les prometió Phileas.
Pero con
tan mala suerte que cuando entraron, el banco estaba lleno de policías del FBI.
No contaban con esta desagradable visita para ellos ya que su estrategia estaba
diseñada para no encontrarse a nadie por el camino. Uno de los hombres, en un
abrir y cerrar de ojos, golpeo a un policía y otro le dio una patada por detrás.
-¡Tenemos
que irnos, rápido! – dijo el primero de los hombres.
Tuvieron
que huir rápidamente ya que eran demasiado y decidieron quedarse ocultos en el
piso de Phileas durante unos meses por si las moscas. Durante ese tiempo ya tendrían
oportunidad de pensar donde realizar su próximo golpe.
Pero seguían
teniendo mala suerte, porque a los pocos días la policía encontró el piso de
Phileas.
-
¡Nos han encontrado chicos! Tenemos que huir rápidamente
por la ventana a la escalera de incendios – Propuso Phileas.
Algunos de
los compinches de Phileas comenzaron a disparar desde la ventana a los policías
mientras los demás hombres que se escondían con Phileas, muertos de miedo
abandonaron el piso corriendo.
¡Que
horror! – grito Phileas Fogg.
Tras este
grave incidente y una vez pasado el susto, Fogg estaba preocupado ya que
necesitaba ayudantes expertos urgentemente, sino la policía le iba acabar
pillando, ya que estaba en busca y captura.
Mientras
esto sucedía, al otro lado de la ciudad, estaban Helen y Anne buscando un nuevo
trabajo para no quedarse en casa tiradas y aburridas. No os he dicho lo más
importante sobre ellas, pero son chicas de acción además de unas expertas espías
que roban para divertirse ya que no necesitan el dinero pues habían logrado
acumular grandes riquezas gracias a varios robos realizados con éxito. Además
contaban con utensilios de última generación para llevar a cabo sus robos.
Phileas
Fogg investigó sobre ellas y fue a su casa para pedirles que trabajaran con él.
Ellas no estaban convencidas de querer colaborar con alguien más en un robo,
pero al final, después de negociar duramente las condiciones en las que
realizarían el robo y que Anne y Helen se quedarían con las tres cuartas partes
del motín las convenció.
Decidieron
que iban a atracar una joyería, pero no contaron con que la policía sabia que
ellos iban a ir allí y los estaban esperando. Fue todo muy rápido, pero en un
abrir y cerrar de ojos los tres estaban en sus respectivas celdas con todo lo
necesario para pasar una larga temporada en la cárcel.
-Ojalá
alguien nos eche de menos y tenga un plan para salir de aquí…- Pensó Helen.
CONTINUARÁ