No sé yo si Ernő Rubik tenía siquiera una mínima idea de “la que se iba a montar” con su juguete, pero se montó, vaya si se montó. Si ahora miramos hacia atrás, podemos comprobar que el cubo de Rubik,
el rompecabezas que este profesor húngaro inventó en 1974 para ayudar a
sus estudiantes a comprender ciertos problemas en tres dimensiones, es
el juguete más vendido de la historia.
Estoy
convencido de que todos habéis tenido alguna vez en vuestra mano un
cubo de Rubik, y también de que la mayoría le habéis dedicado al menos
unos minutos a girar sus caras con la esperanza de conseguir que, en
cada una de ellas, todos los cuadraditos tuvieran el mismo color.
ECHO POR IMAD
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